Cuando una mujer está sintiendo la intensidad del trabajo de parto, puede manejarlo mejor si es capaz de transformar el dolor que muchas veces se hace presente, en vocalizaciones.
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Hacer los sonidos que le pida su cuerpo es una excelente forma para atravesar el dolor. Por eso, no se debe exigir a las mujeres de parto que estén calladas si no lo sienten así.
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Una forma sencilla de fomentar la vocalización es que la madre tome una respiración profunda, y mientras exhala haga algún sonido como: aaaaaaaahh….uhhhhhhhhh….mmmmm…oooohhh…o cualquier otro que le surja naturalmente.
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Los sonidos bajos son los que mejor funcionan para ayudar a que el parto progrese, porque actúan por reververación (esto significa que logra una ligera permanencia del sonido una vez que la fuente original ha dejado de emitirlo)☝Si durante el parto los sonidos son altos y de pánico, se debe aconsejar entonces hacer estos sonidos bajos y controlados.
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Es importante que la persona de apoyo haga contacto visual con la mujer que pare y, en muchos casos, hasta puede hacer las vocalizaciones con ella para que sienta que están atravesando juntxs ese umbral.
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