El equilibrio entre Sthira y Sukha me permite manejar límites, pues cuando tengo claridad y firmeza además de un estado de bienestar interno, me mantengo en mi centro y sabré decir.
Sthira se refiere a la estabilidad o firmeza y Sukha, cuya traducción es “buen espacio”, al contento o un estado de bienestar libre de obstáculos. Cuando buscamos estos atributos de una manera consciente, las asanas dejan de ser simples ejercicios físicos y se transforman en posturas meditativas.
Sthira y Sukha no solo hacen posible una mejor experiencia en yoga, también son necesarias en nuestra vida. En asana, la estabilidad y firmeza viene del fundamento o base de la postura (las piernas en la mayoría de ellas). En nuestra vida requerimos también de una base firme, de raíces fuertes para poder desarrollarnos. De lo contrario, al igual que sucede con los árboles, no podemos crecer. Mis raíces serán más fuertes en la medida en la que tenga claridad en quien realmente soy, de dónde vengo, qué busco y qué quiero.
Sukha en la vida diaria tiene que ver con nuestra actitud. La forma en la que elijo percibir, en la que trabajo por generar ese estado de bienestar interno. Así mismo, con qué tan abierto me encuentro a la vida permitiendo que llegue aquello que me nutre, abriéndome a lo nuevo y dejando ir aquello que ya no me sirve.
El equilibrio entre Sthira y Sukha me permite manejar límites, pues cuando tengo claridad y firmeza además de un estado de bienestar interno, me mantengo en mi centro y sabré decir NO a aquello que no necesito, a las situaciones o cosas que no me sirven. Busquemos pues estabilidad y contento no solo en la práctica sino en la vida.
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