Estamos acostumbradas a que nos digan cómo transitar el embarazo, cómo hacer para parir (¡incluso cómo respirar durante el parto o cuándo pujar!) pero ¿sabes qué? El parto no lo "hace" el médico ni la partera, el parto no es del hospital ni del sistema. El parto es de la mujer y su bebé. De nadie más. Ella sabe parir y su bebé sabe nacer, como lo hicieron millones de personas antes.
Cuando ella se mueve, todo a su alrededor se moviliza. Ella cambia de postura, todos nos acoplamos a su deseo. Nadie la manipula, le da indicaciones ni la limita; se lo facilitamos todo para que esté cómoda sin invadirla.
Abrir la pelvis. Crear más espacio para ese bebé que está llegando. Buscar comodidad. Conectar con la respiración como sostén. Relajar los músculos que naturalmente se tensan por las contracciones. Alinearnos con el cuerpo que se abre y sus verdaderos deseos.
Hacer lo que tu cuerpo te pida, sin inhibiciones. En confianza, acompañada sin sentirte observada, para que finalmente te encuentres con TU forma de parir.
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